Cómo vigilar un examen online para asegurarse de que nadie se aproveche de forma fraudulenta de su naturaleza no presencial es una de las grandes problemáticas para los docentes asociada a la aparición y arraigo de la enseñanza virtual.
Y no se trata de un problema trivial, ya que debido a la flexibilidad que otorga a la hora de compaginar los estudios con el resto de tareas diarias, cada vez son más los alumnos y universidades que optan por este tipo de enseñanza.
Como sucede en otros ámbitos de la vida, las nuevas soluciones suelen ir de la mano de nuevos problemas: ¿cómo vigilar de forma efectiva que los alumnos no copien durante un examen online sin vulnerar por el camino su derecho a la intimidad? ¿Cómo asegurarse de que no cuentan con ayuda externa para responder a las preguntas?
En este artículo daremos varias pautas que puedes seguir para minimizar el riesgo de prácticas no deseadas por parte de los alumnos durante la realización de una prueba online.
Estas pautas van desde la elección de un formato específico para las pruebas hasta la utilización de una aplicación de proctoring como SMOWL.
4 pautas sobre cómo vigilar un examen online
Ante la posibilidad de que los alumnos puedan apoyarse en ayuda extra cuando realizan exámenes online, los profesores han tomado ciertas medidas de control.
Estas medidas van desde asegurarse de que el alumno no puede utilizar ningún programa informático externo no autorizado durante el examen hasta la configuración de control con doble cámara que permite asegurar que no hay elementos o cambios significativos en la habitación durante el tiempo en que se realiza la prueba.
En los próximos párrafos hemos recopilado algunas tácticas a las que los docentes o equipos docentes pueden recurrir para evitar un posible comportamiento fraudulento por parte de los alumnos.

Cambiar el tipo de examen
La realización de un examen de tipo oral, donde el alumno debe responder preguntas razonadas sobre la materia estudiada, minimiza la posibilidad de que recurra a ayudas externas o a información previamente memorizada.
También puede funcionar la realización de una prueba tipo test donde las respuestas, lejos de ser directas, requieren de un razonamiento previo que lleve a una conclusión. De esta forma, las ayudas externas se ven limitadas o incluso neutralizadas por completo.
Limitar la duración de la prueba
Si el tiempo que tienen los alumnos para responder es corto o está limitado, será difícil que lo empleen en algo que no sea centrarse en la realización del examen.
Así, si la duración de la prueba no es superior a, por ejemplo, 15 minutos, los alumnos prácticamente no dispondrán de tiempo para buscar información en internet o recurrir a alguien que les diga la respuesta a las preguntas.
Apostar por lo práctico
La teoría está muy bien y es muy necesaria pero también facilita en mayor medida el uso de tácticas para copiar.
Si la puesta en escena del examen es eminentemente práctica, los alumnos no tendrán más remedio que aplicar sus conocimientos teóricos para superarlo y tendrán mucho más difícil ayudarse de trucos no éticos.
Recurrir al proctoring
El proctoring, o e-proctoring, tiene su origen en Estados Unidos, aunque a día de hoy se utiliza prácticamente en todas las universidades del mundo.
Se trata de un sistema para monitorizar y supervisar pruebas online con el fin de garantizar la seguridad académica y evitar posibles prácticas no recomendadas por parte de los estudiantes.
A su vez, el propio conocimiento de estar frente a un examen controlado y supervisado sirve como herramienta disuasoria para el alumno, que se lo pensará dos veces antes de recurrir a métodos poco éticos para superar la prueba.

¿Cómo te ayudan nuestros productos de proctoring a vigilar un examen online?
Con la tecnología dando pasos de gigante prácticamente a diario, recurrir a nuestros productos de proctoring puede ser una gran opción para vigilar tus exámenes online y mantener un control sobre el comportamiento de tus alumnos.
Nuestra herramienta de proctoring se dedica a supervisar y monitorizar la actividad y el comportamiento del alumno durante el tiempo que dure el examen y genera un informe en el que se reflejan las incidencias o los comportamientos sospechosos que se han observado por parte del alumno durante la prueba, si es que los ha habido.
Entre los datos que aparecen en dicho informe se encuentran, por ejemplo, los diferentes accesos a internet a los que el alumno ha recurrido durante la prueba, a qué páginas ha accedido y qué información se ha buscado en ellas, así como las aplicaciones que tiene abiertas y si estás están o no permitidas por la entidad docente organizadora del examen.
Si te interesa descubrir todo lo que nuestro software de proctoring puede hacer por ti, no dudes en solicitarnos una demo gratuita y comprueba por ti mismo por qué está considerada una de las formas más seguras y eficientes de vigilar un examen online y evitar fraudes.
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