Desarrollo horizontal y vertical en el plan de carrera profesional: fundamentos

El desarrollo horizontal y vertical en el plan de carrera profesional presenta dos opciones de promoción interna que pueden ayudarte en la estrategia de retención de talento de tu negocio. La demanda creciente de nuevas opciones de desarrollo profesional dentro de las organizaciones se asocia a la propia evolución en la percepción de inversión en capital humano. 

Este hecho plantea un nuevo horizonte en el que las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de un marco de acción que implique a sus trabajadores e incluso los propios equipos buscan responsabilizarse en mayor medida de sus propias carreras. 

¿Qué es el desarrollo horizontal en el plan de carrera profesional?

El desarrollo horizontal en el plan de carrera profesional es una manera de progresar en el trabajo a través de la especialización pero sin cambiar de puesto. 

Normalmente, cuando pensamos en evolucionar laboralmente nos referimos a un movimiento vertical, jerárquico que no lleva hasta un puesto de trabajo con más responsabilidades y mayor remuneración. 

Sin embargo, el desarrollo horizontal ofrece la posibilidad de progresar manteniendo las responsabilidades pero aumentando las competencias y habilidades a través de planes de carrera profesional orientados a la mejora de las habilidades y competencias. 

Gracias a este desarrollo estratégico e innovador en los negocios se pueden desplegar estos 2 aspectos íntimamente relacionados:

1. Mejorar las estructuras organizativas de la empresa.
2. Potenciar las capacidades de los equipos.

De este modo, el desarrollo horizontal se convierte en una técnica de retención de talento y transforma a los equipos en verdaderos expertos en su área de trabajo.

¿Qué es el desarrollo vertical en el plan de carrera profesional?

El desarrollo vertical en el plan de carrera profesional se centra en un proceso de jerarquización por el que un trabajador pasa a ocupar un puesto de trabajo de mayor rango que el que ostenta. 

Tradicionalmente, ha sido uno de los estímulos en la estrategia de retención de talento y se ha integrado en el plan de desarrollo profesional de las organizaciones como una de las metas más importantes. 

Sin embargo, muchas veces ha sido fuente de frustraciones al tener que esperar a que haya un puesto vacante en la organización al que poder postular. Esta espera crea una apatía en el trabajador que puede empezar a buscar su lugar en otra organización.  

Por otro lado, el propio paradigma de crecimiento vertical va propiciando el desarrollo de carreras horizontales, sobre todo en sectores que demandan estructuras planas.

Fundamentos de la evolución del desarrollo horizontal en el plan de carrera profesional

Tal y como venimos comentando, muchas empresas se encuentran en una dinámica de cambio de la promoción interna vertical basada en la jerarquía hacia el desarrollo horizontal, una evolución apoyada en la evolución y capacitación de los empleados que además mejoran su empleabilidad. 

Este proceso cuenta con una ventaja añadida: la reducción de costes tanto en la optimización de los recursos humanos como en la simplificación de las estructuras.

Esta transición aporta, además, un alto valor de competitividad a las organizaciones, ya que ante las cada vez menos habituales promociones internas, entran en juego otros elementos diferenciadores que captan talento: 

• Oportunidades de aprendizaje y capacitaciones.
• Mayor autonomía en la gestión del tiempo. 
• Opciones de teletrabajo. 

De esta manera, los equipos valoran cada vez más los retos hacia la satisfacción de las metas de la organización que al mismo tiempo les permiten ganar competencias y habilidades. Todo ello se ve impulsado en proyectos que, por ejemplo, favorecen la conciliación familiar sin renunciar al desarrollo del plan de carrera de la persona. 

Aún así, el éxito del proceso estriba en la implicación en el proceso de mejora del propio trabajador que tendrá que profundizar en sus conocimientos y acumular experiencia trazando el camino del crecimiento profesional en consonancia con las necesidades de la empresa. 

Implicaciones del desarrollo vertical y horizontal en las empresas

En ambos casos, tanto en el desarrollo vertical como en el horizontal, la empresa debe poder proveer a los trabajadores de los medios y recursos que necesitan para cumplir con los objetivos del plan de carrera profesional. 

Si algo tienen en común ambas modalidades evolutivas es la necesidad de formaciones y capacitaciones de las personas que participan en ellas. 

En el caso del desarrollo vertical, la persona que va a detentar un nuevo puesto de trabajo deja atrás uno en el que tiene experiencia para asumir nuevas responsabilidades que requieren de un periodo de adaptación y formación para que la promoción no sea un fracaso.

Si hablamos del desarrollo horizontal los programas de formación y capacitaciones son sus cimientos. 

Todo esto implica que la empresa, consciente de sus necesidades y del impulso que desea ofrecer a su capital humano debe invertir tiempo y dinero en planear, programar y analizar sus planes de desarrollo profesional. En este punto, además de invertir en personal de Recursos Humanos cualificados, la tecnología juega un papel primordial que ayuda a reducir los costes del proceso de transformación.

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