Liderazgo interpersonal: qué es y sus diferentes estilos

Tanto si eres manager como jefe de equipo, si quieres tener éxito en tu proyecto de trabajo debes saber que necesitarás casi tantas habilidades interpersonales como técnicas y habilidades propias.

Tu capacidad para establecer un liderazgo interpersonal con los miembros del equipo será determinante en la obtención de buenos resultados finales. Las habilidades interpersonales juegan un papel fundamental en el desarrollo del trabajo de un líder en cuanto tiene que ir más allá del programa previamente planificado.

No puede olvidar que trabaja con muchas personas a todos los niveles, tanto dentro como fuera de la empresa. A muchas de ellas no las ves cara a cara, pero aun así necesitas establecer un vínculo con ellas para mejorar las posibilidades de éxito del trabajo final.

Pero, ¿cómo se gestiona esta relación? A través del liderazgo interpersonal. En este post te contamos de qué se trata.

¿Qué es el liderazgo interpersonal?

El liderazgo interpersonal es un modo de expresión personal que marca la diferencia y tiene el potencial de enriquecer la vida de los demás. El objetivo principal de este tipo de líder -que debe tener importantes habilidades interpersonales- es sacar lo mejor de cada persona.

El liderazgo interpersonal basa toda su eficacia en la inteligencia interpersonal y emocional:

¿Qué es la inteligencia interpersonal?

Es la capacidad de comprender a otras personas (por ejemplo, lo que las motiva) y de trabajar de forma cooperativa con ellas. El núcleo de la inteligencia interpersonal comprende todas aquellas capacidades que nos permiten identificar los estados de ánimo, las emociones, las motivaciones y las expectativas de otras personas y responder a ellas de forma adecuada.

Para ser más eficaces con los demás, primero debemos ser más eficaces con nosotros mismos. Así, en lugar de encontrar al socio adecuado (en los negocios, por ejemplo), es preferible trabajar para convertirse en el socio adecuado.

Estilos de liderazgo interpersonal

Un jefe puede tomarse el éxito como algo personal, imponer su posición y su opinión, y a menudo inspirar miedo. En cambio, un líder comparte el éxito con su equipo, escucha, genera entusiasmo y fomenta la mejora. Los líderes eficaces tienen un equipo de seguidores, mientras que el jefe tiene empleados subordinados.

Una de las aportaciones más interesantes a la teoría del liderazgo fue desarrollada por el conocido psicólogo estadounidense y profesor de Harvard, Daniel Goleman. A continuación se exponen los seis tipos de liderazgo según Goleman:

Liderazgo coercitivo

También se conoce como liderazgo autocrático. Es el líder que da órdenes y mandatos. Busca el cumplimiento inmediato de las tareas mediante instrucciones precisas. Este estilo sólo debe utilizarse cuando es imprescindible, ya que puede romper el ambiente de trabajo a largo plazo. Los trabajadores pueden desmotivarse, dejar de colaborar y de compartir ideas por miedo a ser reprendidos.

Puede funcionar en una situación de crisis cuando la reacción inmediata es un factor determinante.

Liderazgo autoritario

En este tipo de liderazgo orientativo, el líder es un visionario. Un visionario con una clara visión a largo plazo. Moviliza a las personas con su entusiasmo.

El liderazgo autoritario genera un sólido compromiso con los objetivos y la estrategia de la organización. Las reglas del éxito se aplican a todos por igual, lo que les permite experimentar e innovar. Este estilo mejora el ambiente de trabajo.

Suele funcionar bien en la mayoría de las situaciones, aunque falla si el equipo está formado por expertos más experimentados que el líder. Genera una excelente capacidad de compromiso de los empleados..

Estilo de liderazgo afiliativo

Este estilo de liderazgo busca crear una relación armoniosa entre las personas, permitiendo a los empleados la libertad de trabajar de la forma más eficaz que sientan.

Es un tipo de liderazgo apropiado si se quiere crear armonía en el equipo, mejorar la comunicación, cuando el equipo es nuevo o cuando se necesita motivarlos durante situaciones de alto estrés. Por otro lado, puede dar la impresión de que se tolera el mal rendimiento. Debe combinarse con otros estilos, como el estilo orientador.

Estilo de liderazgo democrático

En esta posición de liderazgo, los trabajadores tienen voz y voto en las decisiones aumentando la flexibilidad y la responsabilidad. El líder participativo siempre busca tomar decisiones por consenso y practica la escucha activa; las personas en un sistema democrático tienden a ser muy realistas sobre lo que se puede y no se puede lograr.

Este tipo de liderazgo empresarial es eficaz cuando el líder no está seguro de cuál es el mejor curso de acción o cuando necesita generar nuevas ideas.Este estilo pierde su sentido cuando los empleados no están formados o no tienen suficiente información para aportar opiniones válidas.

Estilo de liderazgo orientador

El líder establece directrices precisas y espera que la gente las siga. Las normas suelen estar claras para el líder, pero puede que no se expliquen con claridad y espera que la gente sepa lo que tiene que hacer. Muchos empleados se sienten abrumados por las exigencias de excelencia del líder que establece las normas.

La flexibilidad y la responsabilidad están ausentes, y el trabajo se convierte en una tarea centrada en la rutina. Si falta el líder, la gente se siente sin dirección, ya que están acostumbrados a que el líder establezca las reglas.

Este estilo de liderazgo interpersonal debe utilizarse raramente, ya que destruye el clima de un equipo. Puede ser útil cuando tenemos un gran experto en la materia que busca aprender imitando sus métodos de trabajo.

Liderazgo estilo “coaching” (estilo entrenador)

Según Goleman, el principal objetivo de este estilo de liderazgo es el desarrollo del talento de las personas.

Ayuda a los empleados a identificar sus puntos fuertes, sus puntos débiles y sus aspiraciones profesionales, ayudándoles a establecer objetivos de desarrollo. Estos líderes dan tareas desafiantes a sus empleados y están dispuestos a soportar los fracasos.

Este liderazgo funciona bien si los empleados son conscientes de sus puntos débiles y quieren mejorar su rendimiento. Tiene poco sentido si se resisten a aprender o mejorar.

Este tipo de liderazgo eficaz también ayuda a mejorar las habilidades de comunicación verbal de los trabajadores y, en consecuencia, a mejorar la comunicación interpersonal.

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