El aprendizaje cooperativo es una estrategia de trabajo grupal que incentiva el interés por aprender de los alumnos. Estos se sienten parte integrante y necesaria para alcanzar los objetivos propuestos por el profesor y asumen una mayor responsabilidad hacia el aprendizaje y hacia los demás.
Sin embargo, para que el proceso sea exitoso debe prepararse de manera adecuada, por eso, es necesario que conozcas qué es exactamente, qué técnicas puedes aplicar y cuáles son los roles que pueden adoptar tanto el profesor como el alumno.
¿Qué es el aprendizaje cooperativo?
El aprendizaje cooperativo es una estrategia educativa de aprendizaje basada en el desarrollo de una práctica en grupos reducidos enfocados a la consecución de un objetivo común.
Frente a estructuras basadas en la competitividad y la producción de la educación más tradicional, el aprendizaje cooperativo consigue un alto desempeño del grupo, pero también de cada uno de sus integrantes.
La principal característica de esta metodología es que los miembros del grupo dependen unos de otros para alcanzar el éxito. Cada integrante aporta un valor específico, y el grupo no puede alcanzar sus metas si alguno de sus miembros no cumple con su función.
Un ejemplo concreto puede observarse en una clase de historia donde el objetivo es analizar las causas de la Revolución Francesa. En lugar de recibir una clase magistral, los alumnos se organizan en grupos. A cada miembro se le asigna un aspecto del contexto (social, económico, político, cultural). Una vez investigada su parte, cada uno expone sus hallazgos al grupo. Así, el conocimiento se construye de forma colaborativa.
De acuerdo con los expertos se consigue un mejor aprendizaje que con el sistema individualizado porque mejora:
- La motivación.
- La interacción entre compañeros.
- Las estrategias de procesamiento de la información.
- La comunicación.
- Las habilidades interpersonales y cognitivas.
Además, este método elimina el efecto pigmalión negativo que establece que las expectativas negativas de un profesor hacia un alumno acaban cumpliéndose si el alumno es consciente de ellas. El entorno cooperativo favorece la autoestima del estudiante y le brinda múltiples oportunidades para demostrar sus capacidades.

Componentes básicos del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo requiere que se cumplan los siguientes 5 componentes básicos para que sea un éxito.
Interdependencia positiva
El profesor debe proponer un objetivo claro al grupo y dejar de manifiesto que los esfuerzos de cada integrante le benefician a él mismo, pero también al grupo.
Por ejemplo, si el grupo debe resolver una tarea matemática compleja, el resultado solo será válido si cada miembro ha resuelto correctamente su parte. Así, todos dependen del trabajo bien hecho de los demás.
Responsabilidad individual y grupal
Cada persona se responsabiliza de cumplir con la parte de la tarea que le corresponde. Así se evita lo que los psicólogos llaman la holgazanería social, es decir, elimina la posibilidad de que algunos miembros se aprovechen del trabajo de otros.
La responsabilidad grupal además permite evaluar el desempeño de cada alumno por separado para determinar quién necesita ser ayudado o respaldado. Cada miembro sale fortalecido de la práctica.
Por ejemplo, en una investigación sobre energías renovables, cada integrante debe profundizar en un tipo específico de energía. El grupo solo podrá exponer un trabajo coherente y completo si todos cumplen con su rol.
Interacción estimuladora
Esta interacción fortalece las relaciones entre integrantes. Cada alumno promueve el éxito de los demás, ayudándose y felicitándose unos a otros, potenciando de esta manera el compromiso social.
La interacción cara a cara es crucial, ya que permite explicar ideas, debatir puntos de vista, ofrecer y recibir retroalimentación. Esta dinámica refuerza los vínculos emocionales y mejora el clima del aula.
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Enseñanza de prácticas interpersonales y grupales
El profesor debe proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para conseguir la integración social y para fomentar que funcionen en equipo.
Estas habilidades incluyen saber escuchar, turnarse para hablar, tomar decisiones en grupo, gestionar el tiempo y resolver conflictos. Muchas veces, los docentes deben enseñar explícitamente estas capacidades antes de aplicar dinámicas cooperativas.
Evaluación grupal
Los miembros del grupo deben analizar cómo se está desarrollando el trabajo en equipo y cómo pueden mejorar su eficacia para alcanzar sus objetivos.
Se recomienda que los equipos realicen sesiones de reflexión tras cada tarea para valorar su desempeño: ¿nos hemos organizado bien?, ¿todos participaron?, ¿cómo podríamos mejorar para la próxima vez?
Incluir estos cinco componentes no solo garantiza una experiencia cooperativa rica, sino que previene dinámicas desequilibradas dentro del grupo y asegura que el aprendizaje sea significativo y equitativo para todos los participantes.

Técnicas básicas del aprendizaje cooperativo
Entendidas las pautas anteriores, veamos algunas de las técnicas que puedes poner en práctica.
Jigsaw o Puzle
Cada miembro del equipo es responsable de una parte del material didáctico, convirtiéndose en un experto. El equipo se desdobla en un equipo base –compuesto por todos los miembros de un equipo– y en grupos de expertos– formado por expertos en las diferentes partes del objetivo–.
Cada miembro del equipo base debe reunirse con los expertos homólogos de otros equipos para después regresar a su equipo y transmitir lo aprendido.
Peer tutoring o tutoría entre iguales
Este método crea parejas de estudiantes en las que uno adopta el rol de tutor y el otro de tutorado.
El alumno-tutor aprende enseñando y el alumno-tutorado consolida su aprendizaje gracias a la ayuda personalizada.
Constructive Controversy o controversia académica
Generalmente se desarrolla en grupos de 4 integrantes que reciben un tema complejo. Organizados en parejas, 2 deben preparar una posición a favor o 2 en contra.
Tras sus intervenciones comienza un debate constructivo que permite intercambiar perspectivas y la integración de mejores razonamientos.
Group Investigation o investigación en grupo
El profesor propone un objetivo complejo sobre un tema a través de un problema, un reto o una pregunta.
Cada equipo elige subtemas o subobjetivos para lograr la meta –como si se tratase de un equipo de investigación científica– y proponen un plan de trabajo con el docente.
Cumplida su parte de la tarea, cada equipo organiza una presentación para compartir sus hallazgos que son evaluados por el resto de equipos y por el docente.

Reciprocal Teaching o enseñanza recíproca
Cada miembro del equipo adopta un rol para repartir la carga cognitiva de la tarea planteada que les ayuda a mejorar el entendimiento de un texto o problema complejo.
Así, un alumno puede leer un texto, otro resumirlo, otro hacer preguntas, otro responderlas, otro realiza una conclusión, etc.
Numbered Heads Together o por número
Normalmente se realiza con grupos de 4 estudiantes en los que cada integrante cuenta con un número del 1 al 4. Los alumnos deben trabajar en equipo para resolver un problema y asegurarse de que todos los miembros lo comprenden.
Posteriormente, el profesor dirá un número y la persona que lo tenga deberá explicar cómo el equipo ha resuelto el problema. Este procedimiento fomenta la ayuda pedagógica mutua.
Retos y dificultades del aprendizaje cooperativo y cómo superarlos
Aunque el aprendizaje cooperativo ofrece múltiples beneficios, su implementación efectiva no está exenta de desafíos. Estos obstáculos pueden surgir tanto a nivel organizativo como relacional, y es importante conocerlos para poder anticiparlos y diseñar estrategias que permitan superarlos.
1. Desequilibrio en la participación del alumnado
Problema:
Uno de los principales riesgos es que algunos estudiantes participen activamente mientras otros se limiten a seguir al grupo, sin aportar de forma significativa. Esta situación puede generar frustración y desigualdad en el aprendizaje.
Solución:
- Establecer roles definidos y rotativos dentro del grupo para asegurar que todos tengan responsabilidades concretas.
- Fomentar la autoevaluación y la coevaluación como herramientas para revisar el grado de implicación individual.
- Supervisar de cerca las dinámicas para intervenir cuando se detecten desequilibrios.
2. Dificultades en la gestión del tiempo
Problema:
Las tareas cooperativas pueden consumir más tiempo que las individuales si no se planifican correctamente, lo que puede afectar al cumplimiento del currículum.
Solución:
- Diseñar actividades con tiempos estimados y establecer cronogramas claros.
- Asignar un “gestor del tiempo” dentro de cada grupo.
- Empezar con tareas cooperativas breves y sencillas antes de avanzar hacia proyectos más complejos.
3. Falta de habilidades sociales
Problema:
Algunos estudiantes no están acostumbrados a trabajar en equipo o carecen de habilidades sociales básicas como la escucha activa, la empatía o la resolución de conflictos.
Solución:
- Incluir sesiones formativas específicas sobre habilidades interpersonales al inicio del curso o antes de las actividades cooperativas.
- Realizar dinámicas de cohesión grupal y ejercicios de role-playing.
- Modelar conductas cooperativas desde el rol docente.
4. Conflictos interpersonales
Problema:
La convivencia y la toma de decisiones en grupo pueden dar lugar a desacuerdos o tensiones personales.
Solución:
- Establecer desde el principio normas de respeto y resolución pacífica de conflictos.
- Fomentar una cultura del diálogo y la mediación dentro del aula.
- Intervenir de manera temprana cuando surjan problemas y utilizar los conflictos como oportunidades de aprendizaje.
5. Dificultades para evaluar el rendimiento individual
Problema:
En un contexto cooperativo, puede resultar complicado determinar el aporte individual de cada estudiante, lo que genera inquietud tanto en docentes como en alumnos.
Solución:
- Utilizar sistemas mixtos de evaluación que contemplen el producto grupal y el proceso individual (rúbricas, registros de participación, diarios de aprendizaje).
- Incorporar herramientas como la coevaluación y la autoevaluación para obtener una visión más completa del trabajo de cada integrante.
- Valorar también el desarrollo de habilidades sociales y no solo los conocimientos adquiridos.
6. Resistencia al cambio
Problema:
Tanto estudiantes como docentes pueden mostrarse reacios a adoptar esta metodología si están acostumbrados a modelos tradicionales de enseñanza-aprendizaje.
Solución:
- Introducir gradualmente el aprendizaje cooperativo, comenzando por tareas simples que demuestren sus beneficios.
- Compartir con el alumnado los objetivos y ventajas del trabajo cooperativo.
- Crear una cultura escolar que valore la colaboración y el aprendizaje mutuo como principios pedagógicos.
En resumen, el éxito del aprendizaje cooperativo depende en gran medida de la preparación, el acompañamiento constante y la capacidad del docente para adaptarse a las necesidades del grupo. Anticiparse a las dificultades y abordarlas con estrategias concretas permite aprovechar todo el potencial de esta metodología, convirtiendo los retos en oportunidades de mejora continua.
Integración del aprendizaje cooperativo en entornos virtuales o híbridos
Con el auge de la educación en línea y las modalidades híbridas, el aprendizaje cooperativo ha encontrado nuevos espacios de aplicación. Sin embargo, trasladar esta metodología a entornos digitales implica adaptaciones importantes para garantizar su eficacia.
Desafíos del entorno digital
Los entornos virtuales presentan ciertas limitaciones para el trabajo en grupo, como:
- La falta de contacto cara a cara, que dificulta la comunicación no verbal y la creación de vínculos emocionales.
- La posibilidad de desconexión tecnológica o emocional por parte del alumnado.
- Dificultades para coordinar horarios o mantener la atención sostenida en plataformas digitales.
A pesar de estos retos, con una buena planificación pedagógica y el uso adecuado de herramientas tecnológicas, es posible aplicar con éxito el aprendizaje cooperativo en entornos virtuales.
Claves para una implementación eficaz
- Uso de plataformas colaborativas
Es fundamental emplear entornos virtuales de aprendizaje (LMS) que permitan la creación de grupos, el intercambio de documentos, la comunicación síncrona y asíncrona, y la retroalimentación. Algunas herramientas útiles incluyen:
- Google Workspace (Docs, Slides, Sheets): para trabajar simultáneamente en documentos compartidos.
- Microsoft Teams o Zoom: para organizar reuniones virtuales en grupo.
- Miro o Jamboard: para lluvia de ideas y trabajo visual.
- Foros del aula virtual: para discusiones asincrónicas estructuradas.
- Diseño de tareas bien estructuradas
Las tareas deben estar claramente definidas, con objetivos específicos, tiempos estimados, roles asignados y mecanismos de seguimiento. Esto evita confusiones y favorece una participación equitativa.
- Asignación de roles virtuales
En un entorno digital, es aún más importante que los estudiantes tengan roles asignados (coordinador, redactor, portavoz, responsable técnico, moderador del foro, etc.) para garantizar la organización del trabajo y la implicación de todos.
- Fomento de la comunicación constante
Se deben establecer canales de comunicación fluidos y accesibles, como chats de grupo o espacios de debate. El docente puede promover reuniones periódicas para resolver dudas, hacer seguimiento y mantener la motivación.
- Evaluación formativa y diversificada
La evaluación debe adaptarse al contexto digital, combinando el seguimiento individual y grupal con rúbricas, formularios de autoevaluación, coevaluaciones en línea y entregas colaborativas. También se pueden utilizar portafolios digitales como evidencia del trabajo conjunto.
- Fomento de la responsabilidad y la autonomía
Trabajar a distancia requiere un mayor grado de autonomía. Por eso, el docente debe acompañar el proceso con indicaciones claras, fomentar la autorregulación del aprendizaje y generar un entorno de confianza.
Ejemplo práctico en formato híbrido
Imaginemos una actividad en una asignatura de ciencias sociales, en la que los estudiantes deben analizar el impacto del cambio climático en diferentes regiones del mundo. El grupo se reúne de forma presencial una vez a la semana para organizarse y debatir ideas, y durante el resto del tiempo colabora virtualmente para investigar, diseñar una presentación interactiva y redactar un informe conjunto.
Este tipo de dinámicas refuerzan la autonomía, la coordinación y el uso responsable de la tecnología, además de facilitar una experiencia de aprendizaje rica y significativa.
Roles del aprendizaje cooperativo
Aunque los roles vienen determinados, como acabamos de ver, por la técnica empleada, sí es necesario destacar el papel esencial del profesor y el de los alumnos en el aprendizaje cooperativo, que va a permitirte por ejemplo, entender la sutil diferencia entre el aprendizaje cooperativo y el colaborativo.
Rol del profesor
En el aprendizaje cooperativo el profesor interviene en el proceso para orientar a los estudiantes y atribuirles un rol específico que puede ser el de secretario, portavoz, organizador del tiempo o moderador.
En este caso, el docente asume un rol multifacético y proactivo y debe asegurarse de que se dan los componentes de una buena cooperación: la interdependencia positiva, la responsabilidad individual, la interacción personal, la integración social y la evaluación grupal.
Por el contrario, en el aprendizaje colaborativo, el profesor generalmente no participa en la práctica, dotando al grupo de mayor autonomía.
Rol del alumno
En lo que respecta al alumno el aprendizaje cooperativo requiere de un rol directo, activo e interactivo. Gracias a estas condiciones, el estudiante alcanza más fácilmente y mejor las cimas del aprendizaje que de manera individual.
Esto explica que este tipo de aprendizaje arroje resultados positivos para la integración de las personas ante conflictos que pueden surgir ante la pluralidad étnica, cultural y religiosa en un alumnado heterogéneo.
Actualmente, el auge de nuevas modalidades educativas como el aprendizaje ubicuo solicita entornos virtuales adaptados, seguros y accesibles que permitan beneficiarse también del aprendizaje cooperativo.
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