El ecosistema digital del que somos parte es consecuencia del fuerte desarrollo de las tecnologías de la información en la educación, que durante estos últimos años han introducido oportunidades para que educadores, alumnos y administradores creen y utilicen nuevas herramientas y formas de enseñanza.
Esta revolución impulsada por la tecnología y que ha generado todo este ecosistema digital permite que personas con diferentes ingresos y de diferentes países puedan ser partícipes de un futuro mejor centrado en el ser humano.
En este post vamos a desgranar qué es este ecosistema digital, para qué sirve y cómo se puede implementar si aún no se dispone de él.
Ecosistema digital, ¿qué es?
Un ecosistema digital se puede definir como un grupo de recursos tecnológicos interconectados entre ellos e independientes, pero que funcionan también como una unidad.
En un contexto general, los ecosistemas digitales están formados por proveedores, clientes, socios comerciales, aplicaciones, proveedores de servicios de datos de terceros y todas las tecnologías respectivas. Además la interoperabilidad es la clave del éxito del ecosistema.
¿Se pueden aplicar todos estos conceptos a un ecosistema digital educativo? Vamos a verlo.
Ecosistema digital educativo: una nueva manera de educar
La situación causada por la pandemia de la COVID-19 durante los últimos años ha afectado no sólo a los sistemas sanitarios, sino también a los sistemas educativos de muchos países.
Bajo su influencia, muchos líderes y educadores se vieron obligados a encontrar soluciones holísticas para aliviar la presión de la pandemia sobre la situación educativa.
En esas circunstancias, el aprendizaje digital era un enfoque lógico en todo el mundo en esta situación para facilitar la adaptación a una nueva normalidad y mejorar la calidad educativa.
Forzados por esa situación, muchos de los principales países del mundo crearon su propio ecosistema digital educativo adaptando de distintas maneras las actividades de enseñanza y aprendizaje.
Por ejemplo, según recogen Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE, y Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación en Educación de Harvard en varias de sus publicaciones, en Francia, Hungría e Italia se establecieron flujos de trabajo digitales, el correo electrónico y el uso de aulas virtuales y LMS, así como tutoriales en vídeo y contenidos 100% digitales.
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Otros países aprovecharon las plataformas de aprendizaje electrónico y los seminarios web disponibles para ofrecer directrices de enseñanza y aprendizaje a profesores, alumnos y padres. Incluso Bélgica, Israel y Letonia utilizaron canales de televisión nacionales para emitir programas educativos para los alumnos.
Todos los recursos que hemos mencionado son, hoy en día, parte de la educación global y su evolución es constante. Como hemos visto, se implantaron a raíz de una pandemia mundial pero han permanecido entre nosotros. El ecosistema digital aplicado a la educación está más vigente que nunca.
¿Cómo hacer un ecosistema digital?
Depende del sector en el que nos encontremos la implementación de un ecosistema digital puede ser muy diferente. No es lo mismo generar una asociación de grupos para un entorno educativo que para uno empresarial.
En cualquier caso, sí se puede esbozar un pequeño borrador con cuatro pasos a seguir en la creación de cualquier ecosistema digital:
- Elegir el modelo de ecosistema a implantar
- Organizar la disposición de ese ecosistema
- Diseñar la orientación específica a los grupos de trabajo
- Maximizar la agilidad del ecosistema
Vamos a ver cada paso un poco más en detalle.
Elegir el modelo de ecosistema a implantar
Para establecer el modelo de ecosistema lo primero de todo es seleccionar qué grupos de trabajo formarán parte del mismo en algún punto del proceso.
Por ejemplo, si queremos establecer un ecosistema digital dentro del sistema educativo los diferentes grupos podrían estar formados por:
- Creadores de contenido y formadores (Personal docente)
- Consumidores de contenido (Alumnado)
- Plataformas de estudio, LMSs, proctoring (con personal técnico, desarrolladores, diseñadores etc. detrás)
- Herramientas y personal administrativo
Organizar la disposición del ecosistema digital
En este punto se deberá determinar qué objetivos se quieren alcanzar por parte de los diferentes grupos así como las herramientas, procesos y flujos de trabajo que se van a llevar a cabo para alcanzar esos objetivos.
Para ello, se debe realizar un profundo análisis y tener en cuenta factores tan importantes como el presupuesto y las tecnologías de las que se dispone.
Diseñar la orientación específica a los grupos de trabajo
Es muy importante la comunicación constante y transparente entre grupos de trabajo. En la colaboración entre ellos se encuentra la esencia de un ecosistema digital.
En el caso del sector educativo, el grupo a tener más en cuenta es el del alumnado, ya que la base del ecosistema es tratar de resolver sus necesidades y de que, a través de las nuevas tecnologías, puedan formarse de una manera más eficiente y ser mejores profesionales en el futuro.
Maximizar la agilidad del ecosistema
Una vez tengamos establecido un ecosistema digital hay que mantenerlo vivo y ágil. Al estar intrínsecamente relacionado con la tecnología hay que mantener a todas las personas participantes involucradas, actualizadas y formadas.
De esta manera, podrán también dar respuesta a las futuras necesidades que tenga el alumnado y el ecosistema digital podrá mantenerse vivo.
El proctoring es parte del ecosistema digital educativo
Si analizamos en profundidad el ecosistema digital educativo en la actualidad, podremos ver que las plataformas LMS y las herramientas de proctoring son cada vez más protagonistas.
Desde Smowltech somos conscientes de ello, y por ello apostamos por SMOWL, un software de proctoring vivo y ágil que está permitiendo a cada vez más y más instituciones y empresas llevar a cabo sus evaluaciones de una manera íntegra y segura.
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