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Fraude académico: las consecuencias de copiar para las instituciones

Lejos de ser una problemática moderna, el fraude académico acompaña a la educación desde sus inicios. Sin embargo, el auge...
Academic dishonesty in exams: consequences for schools and universities
30 October 2025
Índice

Lejos de ser una problemática moderna, el fraude académico acompaña a la educación desde sus inicios. Sin embargo, el auge de la tecnología y, en particular, de la inteligencia artificial, ha disparado las alarmas en el sector educativo.

La IA generativa, capaz de dar respuesta a preguntas de examen de manera inmediata y redactar textos completos, ha revolucionado el panorama educativo. Y, como veremos en profundidad en este artículo, el fraude académico tiene consecuencias que van más allá del plano económico. 

Por ello, y con el fin de actuar frente a la deshonestidad académica en la era digital, instituciones y centros educativos de todo el mundo tratan de encontrar soluciones a una problemática que, de no remediarse, puede acarrear consecuencias económicas, reputacionales e incluso legales. 

En este artículo, te explicamos en detalle qué es el fraude académico, qué tipos existen y las consecuencias de no combatirlo. También mencionamos ejemplos recientes de casos sonados en materia de inteligencia artificial. 

Además, explicamos cómo hacer frente al fraude en los exámenes digitales y el papel decisivo del proctoring para garantizar la integridad académica en los mismos. 

Fraude académico: las consecuencias de copiar para las instituciones

¿Qué es el fraude académico?

En términos generales, el fraude académico se refiere a las prácticas no éticas en un contexto educativo. Este tipo de estrategias fraudulentas, destinadas a superar exámenes, resolver ejercicios prácticos o elaborar trabajos de fin de grado o incluso tesis doctorales, perjudica tanto a los estudiantes como a las instituciones educativas.

En primer lugar, porque los estudiantes no adquieren los conocimientos adecuados del programa formativo y, en segundo lugar, porque el fraude académico puede desvirtuar el valor de las credenciales de universidades y centros formativos, con las consecuencias que ello conlleva.  

El fraude académico en la Historia

La deshonestidad académica ha acompañado a la educación y la academia desde sus orígenes, motivada por aspectos como obtención de calificaciones o la búsqueda de prestigio

A lo largo de la historia, se han podido documentar infinidad de engaños, desde El Hombre de Piltdown, uno de los mayores fraudes en la historia de la paleoantropología, hasta el reciente caso del examen de aptitud para el lanzamiento de misiles nucleares, por el que 34 funcionarios fueron suspendidos tras recibir respuestas correctas via mensajes de texto en Estados Unidos. 

En 2020, el diario español ABC aseguraba que en los últimos cincuenta años habían sido retirados más de 2.000 artículos científicos al ser considerados fraudulentos por la comunidad científica. Este artículo del diario digital pone de manifiesto la necesidad de mecanismos con los que identificar el fraude antes de que tenga lugar

Con el auge de las nuevas tecnologías, el fraude académico ha visto sus posibilidades multiplicadas, en concreto, con la aparición de la inteligencia artificial y chatbots como ChatGPT, Perplexity, Copilot o Gemini, que tienen, entre otras muchas cosas, la capacidad de generar respuestas inmediatas para exámenes o redactar textos académicos.

Tal y como indican Himendra Ballalle y Sachini Pannilage en su estudio,  publicado en ScienceDirect, “La inteligencia artificial supone un riesgo para el ecosistema educativo en cuanto a mantener la integridad académica se refiere”. 

Y es que, si bien es sabido que la IA ha revolucionado el sector de la educación en lo que a posibilidades de enseñanza y personalización se refiere, es necesario prevenir su utilización con fines fraudulentos

Tipos de fraude académico

El fraude académico comprende diferentes prácticas deshonestas, desde el plagio hasta la suplantación de identidad, pasando por la compra de materiales o la fabricación de datos. Veamos, uno por uno, los diferentes casos que existen desde el punto de vista de los estudiantes: 

Falsificación de documentos

En el ámbito educativo, la falsificación se refiere a la manipulación o creación de títulos, diplomas o certificaciones falsas, simulando su autenticidad, para acceder a determinados programas educativos o puestos de trabajo. 

La falsificación de documentos no solo es una práctica habitual, sino un servicio que puede contratarse online con facilidad; de ahí la importancia de verificar la legitimidad de los títulos académicos y certificaciones, un sector revolucionado por la tecnología blockchain. 

Plagio

El plagio en un contexto académico, según Wikipedia, “es visto como la adopción o reproducción de creaciones intelectuales originales”. 

La inteligencia artificial ha abierto un debate en torno a la propiedad intelectual, ya que los chatbots permiten, con suma facilidad, la reordenación de las palabras de un texto con el fin de pasar los filtros de los detectores de originalidad. Esto permite, por ejemplo, que un usuario pueda hacer pasar una reflexión de otro autor como propia.

Suplantación de identidad

En términos educativos, la suplantación de identidad consiste en hacerse pasar por otra persona con el fin de aprobar un examen. Si bien ha existido siempre, ha ganado popularidad con el auge de los exámenes en remoto.

Para cometer este tipo de fraude en los exámenes presenciales, los estudiantes debían buscar personas con rasgos físicos similares que los sustituyeran durante la prueba. 

Pero sin un sistema de autenticación de usuarios, los exámenes online son el entorno perfecto para suplantar la identidad de un estudiante con el fin de ayudarle a conseguir el aprobado. 

Compra de trabajos

La compraventa de trabajos de fin de grado, másters, etc. es un negocio en sí mismo. Para comprobarlo, solo es necesario buscar el servicio en Internet, donde encontraremos múltiples páginas web que ofrecen la posibilidad de comprar tesis doctorales y trabajos académicos para ser presentados y defendidos como propios. 

La compra de trabajos de fin de carrera, máster o tesis doctorales, en sí, no supone un delito, pero presentarlos como ajenos puede acarrear distintas sanciones y, en el peor de los casos, la pérdida del título académico. 

Fabricación de datos

Este tipo de fraude académico se refiere a la falsificación de datos, resultados y/o citas para respaldar un argumento o falsear los resultados de un proyecto de investigación. 

Tipos de fraude académico

Copiar

En términos generales, “copiar” hace referencia a replicar la información obtenida por medios no permitidos para conseguir el aprobado en un examen. Este tipo de fraude académico incluye, pero no se limita, a trampas como consultar apuntes o notas o mirar las respuestas de otro compañero para replicarlas.

A medida que avanza la tecnología, se multiplican las posibilidades de obtener las respuestas de un examen de manera discreta. La inteligencia artificial, además de múltiples avances para el sector de la educación, ha provisto a los alumnos de soluciones con las que obtener respuestas inmediatas y, en muchos casos, correctas.

Si bien los exámenes en papel suelen ser supervisados in-situ, el avance tecnológico plantea nuevos retos para las instituciones que examinan a sus alumnos de manera digital, ya sea presencialmente o en remoto. 

Desafortunadamente para las instituciones, copiar no solo es posible mediante chatbots, y es que los últimos avances, como el desarrollo de gafas de inteligencia artificial, ponen de manifiesto la necesidad de adoptar soluciones de proctoring efectivas. 

El coste de copiar para el sector educativo

Copiar, al igual que el resto de modalidades de fraude académico, tiene un coste que va más allá de lo económico para los centros académicos y universidades. Vamos a ver, una por una, sus consecuencias: 

Coste económico

Las trampas en los exámenes conllevan un coste económico para los centros educativos por los siguientes motivos: 

  1. Desaprovechamiento de recursos: Los recursos destinados a la contratación del profesorado, desarrollo de materiales formativos, gestión de plataformas educativas, etc. resultan ineficaces cuando los alumnos eligen la ruta del fraude académico.
  1. Disminución de matriculaciones: La asociación generalizada de una institución con la deshonestidad académica puede restar valor a las titulaciones, lo que puede llevar a los estudiantes a matricularse en otro centro. Además, al no adquirir las competencias esperadas, los alumnos que copian podrían no superar los siguientes cursos. Esto podría traducirse en un aumento de la tasa de abandono
  1. Gasto en marketing y publicidad: Aquellas instituciones donde copiar sea una posibilidad pueden ver su reputación y matriculaciones afectadas, como veíamos más arriba. Esto puede requerir una inversión mayor en marketing y publicidad para recuperarse.
  1. Menor cantidad de donaciones: Las instituciones que no ponen remedio al fraude académico podrían dejar de recibir donaciones clave para su funcionamiento. 
  1. Pérdida de financiación para investigación: Una universidad que no combate el fraude académico podría perder el apoyo de instituciones, organizaciones y empresas que financian sus proyectos de investigación. 
  1. Coste de la investigación: Investigar el fraude académico es un trabajo arduo que puede consumir una gran cantidad de horas de la plantilla contratada. 

Coste reputacional

Los rumores y escándalos sobre la posibilidad de hacer trampas en una institución devaúan la reputación y la imagen de marca de la misma, lo que afecta a su credibilidad y su futuro. 

Una cultura de deshonestidad académica, por ejemplo, puede hacer que una universidad pierda posiciones en los rankings nacionales e internacionales, con las consecuencias en matriculaciones que ello conlleva. 

Coste sancionador

Las trampas en los exámenes pueden resultar en sanciones para las instituciones. En el escenario más grave, los centros y universidades que presenten deficiencias importantes en el control de la integridad académica podrían incluso perder su acreditación. 

Combatir el fraude en los exámenes es, sin duda, de vital importancia en el ámbito educativo. Sin embargo, es necesario contar con evidencias sólidas del mismo, ya que una acusación indebida o con falta de pruebas podría igualmente desencadenar procesos legales con costes reputacionales y económicos para la institución. 

Como veremos en profundidad más adelante, las soluciones de proctoring o supervisión de exámenes digitales juegan un papel fundamental a la hora de justificar las prácticas deshonestas en los exámenes digitales. 

Las instituciones son conscientes de ello y cada vez son más las que adquieren sistemas de monitorización de exámenes digitales. Por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá y según el estudio de George Veletsianos, el proctoring contaba ya con una adopción de casi el 63% en 2021. 

La deshonestidad académica en los exámenes en cifras

Como ya hemos visto, las trampas son tan antiguas como los exámenes. La encuesta de Don McGabe, uno de los fundadores del Centro Internacional para la Integridad Académica (ICAI, por sus siglas en inglés), con una muestra de 70.000 alumnos de 24 institutos de Estados Unidos, concluyó que el 64% de los estudiantes copiaron en un examen.

En 2020, el ICAI repitió la encuesta con 840 estudiantes de diferentes campuses. El estudio concluyó que el 29% copiaron en algún examen. Si bien se trata de una muestra más pequeña y de un porcentaje de fraude académico considerablemente menor, las cifras son igualmente preocupantes para las instituciones. 

La irrupción de la inteligencia artificial ha marcado un antes y un después para el sector educativo, que trata de adaptar sus evaluaciones para combatir el fraude. Según indica The Guardian, miles de estudiantes en el Reino Unido han intentado hacer trampa mediante la IA en los últimos años. 

Una reciente investigación sobre integridad académica concluyó que 5,1 de cada 1.000 estudiantes – mediante casos probados – copiaron con inteligencia artificial en 2023-2024, cuando en 2022-2023 la cifra no superaba los 1,6 casos.

El dato tiene lógica teniendo en cuenta que, por ejemplo, ChatGPT fue lanzado en 2022, y Gemini, DeepSeek y Copilot en 2023. También ha de tenerse en cuenta que la cifra representa solo  los casos detectados, y no todos los casos de fraude académico. 

En 2025, apunta el diario inglés, se espera que la cifra alcance los 7,5 estudiantes por cada 1.000, pero tal y como apuntan los expertos, es solo la punta del iceberg

Y es que, según señala el portal GoStudent, el 33% de los estudiantes admite haber usado la IA específicamente para hacer trampa



7 Ejemplos recientes de fraude académico con IA en exámenes

El fraude académico en los exámenes es una problemática global; no solo en el sector de la educación, sino en cualquier contexto donde las evaluaciones juegan un papel crítico.

Veamos algunos casos reales del último año, que dan cuenta de la magnitud del problema y de sus consecuencias reputacionales y económicas.

  1. En Argentina, las gafas inteligentes desencadenaron el escándalo en el examen de ingreso a las residencias médicas del servicio de salud nacional. 

El Ministerio de Salud argentino detectó resultados extraordinariamente altos, lo que llevó a la convocatoria de una nueva evaluación. Las sospechas sobre el uso de gafas inteligentes comenzaron tras la viralización de un vídeo de un postulante que logró filmar las preguntas. 

  1. También en Argentina, un policía utilizó gafas con IA durante una prueba para conseguir un ascenso. Al descubrir el intento de fraude, el aspirante fue apartado de su cargo. 
  1. En Italia, una universidad obligó a repetir un examen al detectar un uso masivo de ChatGPT. Al tener evidencias del uso de la IA, pero no poder identificar a los estudiantes que utilizaron el chatbot, los profesores decidieron anular y repetir la prueba. 
  1. En Bélgica, más de 5.000 exámenes de acceso a la carrera de medicina fueron revisados tras sorprender a tres estudiantes copiando. 

Las convocatorias, que terminaron con una tasa de aprobados mucho mayor de lo habitual, dieron lugar a una minuciosa investigación por parte de expertos informáticos, a los que se pidió analizar todos los ordenadores utilizados. El escándalo se saldó con la dimisión del presidente del comité organizador de las pruebas.  

  1. En India, se descubrió que un ingeniero utilizó ChatGPT para obtener las respuestas de dos cuestionarios de la Comisión del Servicio Público, para después retransmitir las respuestas por Bluetooth a los candidatos a cambio de dinero. Los exámenes, presuntamente, le fueron enviados por el examinador 10 minutos después del comienzo de las pruebas.
  1. En Vietnam, un estudiante fue acusado de retransmitir a un amigo las preguntas de un examen de literatura para obtener las respuestas vía ChatGPT. 

En una rueda de prensa sobre el incidente, el subdirector del Departamento de Seguridad Política Interna del Ministerio de Seguridad Pública declaró que las autoridades habían identificado a otros tres estudiantes que, en otros centros, habían enviado fotografías de sus exámenes a plataformas de IA para obtener las respuestas. 

  1. En Estados Unidos, una universidad expulsó a un estudiante de doctorado tras acusarlo de utilizar inteligencia artificial en un examen, puesto que, según los examinadores, el tono de las respuestas no coincidía con el del estudiante. Este negó haber empleado IA en su apelación, que fue desestimada y desencadenó un proceso judicial. 

Los casos descritos no solo sirven para ilustrar las consecuencias de la deshonestidad académica en tiempos de inteligencia artificial, sino también para destacar la importancia de contar con pruebas fidedignas que justifiquen las sanciones para evitar posibles litigios o escándalos mediáticos. 

Cómo combatir el fraude académico en los exámenes digitales

Cómo combatir el fraude académico en los exámenes digitales

Además de para cometer fraude académico, la inteligencia artificial se emplea también para evitarlo. Cada vez más instituciones académicas utilizan soluciones de proctoring basadas en IA, por su capacidad para identificar patrones y conductas sospechosas. 

En vez de tomar decisiones drásticas como las de China, donde se desactivaron funciones de IAs como Doubao, YuanBao y Kimi durante los exámenes de acceso a la universidad (conocidos como gaokao) las herramientas de proctoring permiten controlar lo que sucede estrictamente dentro de los exámenes digitales. 

El proctoring como solución al fraude académico

La tecnología de supervisión de exámenes digitales permite monitorizar tanto exámenes remotos como pruebas dentro de una clase. Existen diferentes tipos, soluciones y planes de proctoring, que cada institución elige en base a sus necesidades. 

Gracias al software de proctoring, las universidades, centros educativos, academias e instituciones pueden garantizar la integridad académica de sus procesos de evaluación. 

Estos programas pueden detectar cualquier tipo de conductas sospechosas, desde conversaciones frente al ordenador a la presencia de terceras personas en el examen, así como la suplantación de identidad y el uso de chatbots como ChatGPT o materiales no permitidos. 

¿Cómo funciona el proctoring?

Pongamos, por ejemplo, el caso de SMOWL, desarrollado por Smowltech, y sus dos soluciones de vigilancia. Por un lado, existe la posibilidad de supervisar un examen mediante Browser Lock, una extensión del navegador que limita las acciones a la pantalla del examen.

Por el otro, está SMOWL CM, la herramienta de monitorización del ordenador que permite el libre uso del mismo por parte del alumno, llevando un registro de las acciones durante el examen y señalando aquellas marcadas como no permitidas.

En función de las necesidades del centro, los examinadores pueden combinar cualquiera de estas dos soluciones con las funciones de supervisión por webcam, captura de audio y autenticación de usuarios en los planes para evaluaciones a distancia. Además, es posible monitorizar el entorno con una segunda cámara en el plan más avanzado.

El plan para exámenes digitales presenciales, por otro lado, no ofrece estas posibilidades (a no ser que se requieran), ya que son funciones que el supervisor presente en el aula puede realizar.

SMOWL no toma decisiones académicas, sino que ofrece informes detallados con evidencias de las incidencias para que los examinadores decidan si el alumno aprueba o no el examen. 

Plan de acción a corto plazo para combatir el fraude académico con IA

El gobierno de Australia establece un plan de medidas a corto plazo para afrontar los riesgos que la IA supone para la integridad académica, y puede ser utilizado por instituciones de todo el mundo como referencia. Estos son los pasos inmediatos a seguir: 

  1. Conocer las capacidades de la IA: La guía destaca la importancia de conocer las nuevas tecnologías e invita a todos los profesionales de la enseñanza a interactuar con las herramientas emergentes para conocerlas a fondo.
  1. Diferenciar la IA generativa de otras herramientas de apoyo: El plan de acción compara la IA generativa, fácil de utilizar, con una calculadora, que requiere conocimientos de matemáticas; de ahí la importancia de no generalizar a la hora de penalizar a los alumnos por la utilización de herramientas digitales.
  1. Limitar el uso de detectores de IA: Este tipo de herramientas han demostrado no ser fiables a la hora de detectar contenido redactado mediante inteligencia artificial. La guía pone como ejemplo el caso del detector de IA que señaló la Biblia como un texto escrito por ChatGPT. 
  1. Monitorizar y revisar el fraude académico: Si bien es verdad que las actualizaciones de las políticas y los procesos y sistemas de los centros educativos pueden llevar tiempo, la guía recomienda monitorear y revisar los intentos y los casos de deshonestidad académica.
  1. Buscar consejo experto: A medida que la IA evoluciona, el gobierno australiano recomienda escuchar a los expertos en materia de integridad académica, tecnologías de la educación e inteligencia artificial; no solo en vivo, sino también a través de artículos, guías y podcasts disponibles online. 

Big Smowl Talks, por ejemplo, es una serie de videoentrevistas con voces expertas del panorama educativo. Smowltech, además, cuenta con un podcast donde podrás escuchar más entrevistas sobre educación digital.

  1. Asociarse con los estudiantes: El punto de vista de los estudiantes, como usuarios de la inteligencia artificial, puede ser interesante a la hora de delimitar su uso.
7 Ejemplos recientes de fraude académico con IA en exámenes

Conclusión

Las nuevas tecnologías, y en concreto, la inteligencia artificial, juegan un papel fundamental en la era de la educación digital.

Las nuevas formas de deshonestidad académica suponen un reto para los centros educativos, universidades y, en general, instituciones y organizaciones que, en caso de no combatir el fraude académico, se arriesgan a consecuencias indeseadas.

Un proceso deficiente del control de la integridad académica, como hemos visto, puede desencadenar crisis reputacionales y litigios, así como acarrear sanciones y causar grandes pérdidas económicas. 

La proactividad cumple un papel decisivo en este aspecto. Por ello, cada vez más instituciones recurren a soluciones como, por ejemplo, los programas de supervisión de exámenes digitales, capaces de detectar las trampas del presente y del futuro.

Foto del autor del blog de SMOWL Leyre Paniagua
Licenciada en Comunicación Audiovisual (UPV), redactora SEO y creadora de contenidos para los mercados de habla inglesa.

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