El síndrome del impostor convierte a una persona en su propio enemigo afectando a sus relaciones laborales y a su carrera profesional. Algunos de los síntomas que padecen las personas afectadas por este fenómeno psicológico son la falta de autoestima, el miedo al fracaso, la culpabilidad frente al éxito o una inseguridad bloqueante.
La buena noticia es que este síndrome puede superarse y de todo ello vamos a hablarte en este artículo.
Te vamos a compartir información detallada sobre el síndrome del impostor, sus causas y consejos para ayudarte a superarlo a ti o a tus equipos.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico por el que una persona competente considera que no lo es, autopercibiéndose como un fraude.
Este fenómeno se retroalimenta de su éxito, en otras palabras, cuanto más éxitos logra la persona, mayor es el síndrome del impostor a pesar de contar con las capacidades necesarias para desempeñar las responsabilidades atribuidas.

Este estado provoca en la persona un miedo constante a ser descubierto, afectando a capacidades como la toma de decisiones.
En lo que respecta a las mujeres, el síndrome de la impostora cobra una dimensión especial en sectores laborales atribuidos históricamente a los hombres o en posiciones importantes en el seno de una organización.
En cierta medida, el síndrome del impostor está inversamente ligado al efecto Dunning-Kruger por el que las personas más incompetentes sobreestiman sus capacidades.
Causas del síndrome del impostor
Las principales causas del síndrome del impostor están relacionadas con la baja autoestima e inseguridad de la persona, pero también por experiencias vividas como:
- Asumir nuevas responsabilidades para las que no se tiene mucha experiencia.
- Haber vivido experiencias negativas en el pasado en las que no se han obtenido buenos resultados.
- Autoexigencia excesiva que provoca que la persona se fije objetivos irrealizables. Esto se conoce como efecto superman o superwoman, ya que al no confiar en sus habilidades y competencias, estas personas se marcan metas demasiado altas que les exigen esfuerzos agotadores.
- Contar con un historial académico mediocre, no adaptado en teoría a un puesto de trabajo determinado o haber crecido con una presión importante en la familia con respecto al éxito.
Estos factores minan la autoestima de las personas, que pueden sufrir episodios de tristeza, ansiedad, negatividad e insatisfacción crónicas o miedo.
¿Cómo afecta el síndrome del impostor en las relaciones laborales?
La sintomatología que afecta a las personas que sufren el síndrome del impostor influye en todos los planos de su vida, incluido el laboral.
En este sentido entra en juego el concepto de profecía autocumplida. Cuando una persona piensa que no es capaz de hacer algo, las probabilidades de que no lo consiga aumentan.
Esta dinámica provoca que entre en un bucle de insatisfacción y estado de alerta constante para no ser descubierto.

En un entorno laboral, padecer el síndrome del impostor afecta de diferentes maneras:
- Complicación en las relaciones. Al estar alerta de manera continuada y sintiendo miedo al fracaso, la persona pierde la confianza en los demás.
- Fracaso en el plan de carrera profesional. El colaborador se autolimita, acción que tiene como efecto una creciente desmotivación que evita que prospere.
- Baja productividad. El estado de inseguridad permanente en el que se suma el individuo acaba mermando su rendimiento.
- Pérdida de compromiso. El sentir incluso culpabilidad ante los logros conseguidos provoca que poco a poco la persona se desvincule del proyecto.
¿Cómo superar el síndrome del impostor?
Si en algún momento comienzas a sentir algunos de los síntomas que hemos ido abordando o lo detectas en miembros de tus equipos, es importante tomar ciertas medidas para superarlo o, en su defecto, solicitar la ayuda de profesionales en psicología cognitivo-conductual.
Realizar pruebas de evaluación objetivas
Las pruebas objetivas, como las evaluaciones 360º, ayudan a las personas que padecen este síndrome a reconsiderar su postura con respecto a sus capacidades al relativizar el autoanálisis.
Crear un clima de comunicación
El síndrome del impostor afecta, como hemos comentado hace unas líneas, a la comunicación con otros miembros de la empresa, enrareciendo el clima laboral.
Así, es fundamental construir un contexto que invite a la comunicación de las emociones.
De este modo, la persona que lo padece puede sentir la confianza de hablar de sus emociones, algo que permite que no entre en un bucle que pueda magnificar algún error o sensación de fracaso.
Contar con un programa de coaching adaptado
Los métodos para la evolución de los trabajadores como el grow coaching pueden ayudar a las personas a superar el síndrome del impostor.
Este tipo de coaching se centra en establecer un objetivo y analizar todas las variables como el punto de partida, los recursos y opciones de que dispone la persona, así como su voluntad y compromiso.

Incorporar soluciones tecnológicas
La tecnología puede ser una gran aliada en tus estrategias de Recursos Humanos y puede convertirse en una gran herramienta para detectar y ayudar a superar el síndrome del impostor.
Existen softwares especializados que crean contextos propicios al intercambio y pueden ayudarte a construir en tu empresa una cultura del feedback muy constructiva.
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