El clima laboral afecta directamente al comportamiento de las personas, que, según su nivel de satisfacción, aumentarán o disminuirán su compromiso con la empresa. Un clima saludable atraerá y retendrá el talento, incrementará el desempeño de los equipos y hará más competitiva a la organización.
El tipo de liderazgo que instaures en tu empresa, así como las políticas motivacionales, el reconocimiento al trabajo o las estrategias de evaluación del talento que emplees, son factores que influyen en el bienestar de las personas, en su satisfacción y en su productividad.
Así las cosas, resulta determinante que entiendas qué es el clima laboral, qué tipos existen y cuál es su importancia. Gracias a ello podrás, además de impulsar tu proyecto, rentabilizar tus inversiones en capital humano, elemento indispensable para su buen desarrollo.
¿Qué es el clima laboral?
El clima laboral es la valoración subjetiva del capital humano de una empresa u organización, en lo que respecta a las condiciones físicas y emocionales entre las personas, a las condiciones laborales, la visión y los valores de la misma. También influye a los factores personales de cada individuo.

Este concepto se compone de múltiples dimensiones que repercuten en diferentes aspectos como la motivación, el comportamiento y el desempeño de las personas. De esta manera, se trata de la valoración individual de una persona en lo concerniente a su nivel de satisfacción, rasgo que va a determinar su comportamiento.
La salud de los trabajadores como la de la organización requiere de cuidados para evitar que un clima laboral tóxico afecte al correcto desempeño personal y profesional de las personas, así como al desarrollo de los proyectos.
La cultura organizativa que incluye los valores de la empresa, la visión o la filosofía de la misma, resulta una circunstancia determinante en el desarrollo de la competitividad y el éxito de una organización. Todo ello depende del tipo de clima laboral que construyas.
Tipos de clima organizacional
El clima laboral puede responder a 2 tipos básicos que te exponemos a continuación: el clima autoritario o el participativo.
Clima autoritario
Este tipo de clima comprende dos posibles aproximaciones:
- Autoritario jerárquico. Se da en estructuras que no confían en sus trabajadores cuya opinión no es considerada en ningún momento. El entorno de trabajo se construye sobre una cultura empresarial que promulga la obediencia y el temor a las consecuencias. Este liderazgo autocrático desmotiva enormemente a las personas.
- Autoritario paternalista. Se ejercen sistemas de control sobre los trabajadores con una supervisión férrea que no permite margen de acción. Propicia ambientes frustrantes en los que las personas son incapaces de desarrollar su potencial.

Clima participativo
Un clima laboral participativo aumenta la motivación de las personas que se sienten consideradas. Puedes implementarlo bajo dos formas que pueden combinarse:
- Participativo consultivo. Hace partícipe al empleado con un problema determinado en el transcurso de sus tareas o desarrollo de proyectos para encontrar soluciones conjuntas. Así, la comunicación, el diálogo y la escucha activa son potenciados.
- Participativo grupal o incluyente. Se centra en la diversidad en toda la amplitud del término apreciando las cualidades diferenciadoras de las personas como un valor añadido. Se trata de una aproximación humanista en la que se confía en las capacidades e iniciativas del trabajador.
Ten presente que el tipo de clima organizacional que construyas en tu proyecto se puede convertir en una herramienta de captación y retención del talento que te ayudará a obtener buenos resultados.
Importancia del clima organizacional para obtener buenos resultados
Un clima organizacional tóxico y estresante puede tener graves consecuencias en la empresa, pudiendo, incluso, comprometer su continuidad. De modo que si deseas obtener buenos resultados, debes hacer lo posible por mejorar la experiencia del empleado o employee experience.
Piensa que un clima laboral saludable te ayuda a ser más competitivo gracias a sus múltiples ventajas:
- Reduce el índice de rotación. Reduces así los presupuestos en reclutamiento y formación de nuevos integrantes. Además, este hecho te permite rentabilizar las inversiones en formación de tus trabajadores y aumentar su compromiso.
- Disminuye la accidentalidad. Un trabajo que se desarrolla en un entorno saludable, sin violencia interna en el tipo de liderazgo y alejado del estrés, reduce el riesgo de accidentes.
- Aumenta la felicidad de tus equipos. Gracias a una mejora en las condiciones de trabajo, las personas se sienten más satisfechas y dispuestas a dar lo mejor de sí mismas, aumentando su desempeño.
- Mejora la comunicación interna. Un entorno satisfactorio que cuida del trabajador propicia y mejora los intercambios potenciando la transmisión del conocimiento en tu organización, algo que mejora los procesos y permite obtener mejores resultados. De manera complementaria, alimenta el sentido de pertenencia al grupo, un factor esencial en el buen funcionamiento de una compañía.
- Impulsa la innovación. Un ambiente propicio a la comunicación y al intercambio, provoca que las personas estén más abiertas al aprendizaje y la creatividad tanto a la hora de crear productos como de encontrar soluciones.
- Retiene el talento. Un clima laboral óptimo ayuda a conservar los perfiles más cualificados, que si sienten sus expectativas cubiertas en lo que respecta a su plan de carrera profesional no buscarán alternativas fuera de la empresa.
Clima laboral y felicidad en la empresa
El clima laboral y la felicidad en la empresa están íntimamente relacionados con el talento y la competitividad, como has podido comprobar a lo largo de estas líneas.

Para valorarla es importante que evalúes cómo se implantan en tu organización factores como:
- El tipo de liderazgo interpersonal.
- Las técnicas de motivación laboral.
- Las políticas de reconocimiento laboral.
- Las estrategias de evaluación del talento.
Entendiendo estos 4 elementos, las evaluaciones se muestran como una herramienta necesaria para analizar el clima laboral en tu empresa.
En este sentido, la tecnología puede convertirse en tu gran aliado ayudándote a automatizar muchas de las estrategias de Recursos Humanos en tu empresa.
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