La teleformación puede ser tan eficaz como el aprendizaje presencial, siempre que se lleve a cabo de manera adecuada y segura para los usuarios.
Las sociedades actuales necesitan hacer frente al cambio y la adversidad desarrollando características como la flexibilidad y la adaptación, lo que también afecta a la educación y la formación.
Gracias a las nuevas tecnologías, es posible implementar programas de formación totalmente a distancia o híbridos.
En este artículo, descubrirás los beneficios de la teleformación y averiguarás si puede ser un sistema eficiente.
¿Qué significa teleformación y cómo funciona?
La teleformación es un sistema de transmisión de conocimientos en el que el profesor y el alumno no se encuentran físicamente en un aula.
Por lo tanto, este sistema requiere herramientas tecnológicas para crear un aula virtual basada en el funcionamiento de las tradicionales.
Aunque cada vez más entidades educativas la están integrando, este tipo de enseñanza también puede involucrar a profesores y estudiantes no familiarizados con un entorno virtual.
Esto puede ocurrir en situaciones de emergencia o fuerza mayor, como enfermedades o desastres naturales.
Su funcionamiento básico es el siguiente, aunque cada profesor puede adaptarlo según las características de los alumnos o el tipo de contenido impartido:
- El profesor establece una conexión virtual gracias a una plataforma específica como Google Classroom o Microsoft Teams, o a través de LMS como Canvas, Moodle, Blackboard, entre otras plataformas educativas digitales.
- En estas herramientas virtuales, el profesor puede, además de impartir una clase por videoconferencia, publicar tareas y asignarlas a los alumnos, hacer comentarios, proponer lecturas o recoger trabajos.
- Los alumnos se conectan a esta aula virtual en el horario de clase o tutoría indicado, o para participar en actividades grupales, además de poder recuperar las actividades a realizar, las instrucciones del profesor o los resultados de las evaluaciones.
En este punto, probablemente te estés preguntando si la teleformación es lo mismo que el aprendizaje virtual. Aclaramos esta duda en el siguiente apartado.
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¿Es la teleformación lo mismo que el aprendizaje virtual?
Aunque ambos términos pueden ser intercambiables, cabe señalar que la teleformación tiende a articularse en sesiones programadas por un instructor, mientras que el aprendizaje virtual tiende a dejar que el alumno elija el momento de dedicarse al aprendizaje.
En otras palabras, la teleformación se esfuerza por recrear un aula en un entorno virtual donde el instructor programa videoconferencias, trabajos en grupo, foros de discusión, etc.
Beneficios de la teleformación
La teleformación ofrece una serie de ventajas que pueden beneficiar no solo a los entornos virtuales, sino también al aprendizaje físico que incorpora modelos híbridos.
Responsabilidad del alumno
El alumno tiene que conectarse en un horario preciso, por lo que es consciente de que la responsabilidad recae en él.
Por otra parte, al darles cierto grado de autonomía en el aprendizaje, y poder profundizar en sus conocimientos gracias al material interactivo del que disponen, su compromiso con el aprendizaje es mayor.
Esta es una de las claves de la educación para el futuro.
Contenido más atractivo
Las herramientas que se pueden utilizar en la teleformación permiten crear contenidos interactivos y progresivos que favorecen la retención de la información en el alumno.
Los itinerarios de contenidos, por ejemplo, ofrecen la posibilidad de guiar el aprendizaje de forma personalizada, aumentando así la capacidad de integración en el aula.
Además de todo esto, el aprendizaje puede hacerse más visual, algo que favorece la asimilación de conceptos de las nuevas generaciones de nativos digitales.
Cultura del aprendizaje
Dado que el alumno tendrá un feedback continuo a través de comentarios periódicos y recursos a los que podrá acceder en cualquier momento, se fomenta una cultura del aprendizaje que será beneficiosa en el futuro entorno profesional.
Esto se refuerza con el impulso al sentido de comunidad que pueden proporcionar las reuniones de clase virtuales, los foros de discusión o los proyectos colaborativos.
Educación más flexible e inclusiva
A veces, cuando hay que impartir mucha información en un tiempo determinado, el aula física puede dejar atrás a los alumnos que necesitan más tiempo para asimilar la información.
En este sentido, la teleformación facilita que estas personas refuercen su aprendizaje por diferentes medios y le dediquen el tiempo necesario.
Todas estas ventajas son igualmente válidas en la teleformación en el ámbito del desarrollo profesional, donde permite desarrollar habilidades y competencias de forma flexible y más atractiva.
Al incorporar este tipo de formación, las empresas mejoran la eficiencia de sus equipos, que, al estar mejor preparados, pueden afrontar con más éxito los retos del mercado laboral actual.
¿Es eficaz la teleformación?
La eficacia de la teleformación no depende tanto del sistema, ya que replica la estructura de un aula física, sino de la forma en que se imparte, al igual que ocurre con la educación tradicional.
La diversificación de formatos que permite la virtualidad y las herramientas que ofrece potencian la personalización de la enseñanza, lo que tiene como efecto la mejora de la tasa de éxito del alumno, así como un mayor compromiso y motivación.
Así, en este tipo de aprendizaje, el diseño del programa, el seguimiento y la evaluación son cruciales para evitar la desafección del alumno.
Consejos para mejorar la eficacia de la teleformación
Tanto en los programas educativos como en los entornos de formación profesional, es posible potenciar la teleformación teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
- El papel del profesor es esencial, por lo que es necesario que disponga de los recursos y herramientas digitales para crear aulas virtuales sólidas y atractivas.
- La creación de una rutina también es necesaria para el aprendizaje. Las clases deben programarse con antelación, más allá de que el alumno pueda acceder a los recursos cuando le convenga.
- La interacción bidireccional es otro elemento necesario para una práctica de aprendizaje exitosa. Asimismo, es necesario elegir los canales de intercambio más adecuados para cada contexto y fomentar la participación de los alumnos.
- La interactividad estimula la curiosidad y la implicación de las personas, por lo que hay que explorar todas sus aplicaciones en la teleformación.
- La supervisión de las actividades debe ser respetuosa y garantizar la integridad de los contenidos, así como la privacidad de los usuarios.
- Las evaluaciones deben basarse en hechos objetivos para garantizar la equidad de los juicios. Para conseguirlo, se puede recurrir a herramientas como el proctoring remoto.
Smowltech, gracias a sus planes de proctoring, puede ayudarte a mejorar la eficacia de tus programas de teleformación para que puedas beneficiarte de todas sus ventajas.
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